El Gobierno va a aprovechar los Presupuestos Generales del Estado para dar más incentivos fiscales al sector turístico. Se bonificará el mantenimiento del empleo más allá de los meses de verano y de mayor flujo de visitantes. El Ejecutivo renovará las exenciones de las cuotas a la Seguridad Social a las compañías que mantengan en nómina a sus trabajadores fijos discontinuos en noviembre, febrero y marzo.
Las empresas "dedicadas a actividades encuadradas en los sectores de turismo, así como los de comercio y hostelería, siempre que se encuentren vinculados a dicho sector del turismo" podrán aplicar una bonificación en dichos meses del 50% de las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes, así como por los conceptos de recaudación conjunta de desempleo, Fogasa y Formación Profesional de dichos trabajadores con contrato indefinido, pero discontinuo. Así lo especifica la disposición adicional centésima sexta del articulado del proyecto de Ley de Presupuestos de 2017.
Se trata, en palabras del Ministerio de Hacienda, de una medida destinada a "acompañar la expansión del sector del turismo y sectores vinculados a él con medidas de apoyo a la contratación", para mitigar la estacionalidad.
La disposición especifica que la medida "será de aplicación desde el 1 de enero de 2017". Esto quiere decir que las bonificaciones se aplicarán de manera retroactiva, de manera que los empresarios que mantuvieron a sus trabajadores en febrero y marzo de este año obtendrán una "inyección de liquidez".
Hay que recordar que febrero y marzo de 2017 fueron de los más cálidos de la serie estadística de la Agencia Estatal de Meteorología, lo cual impulsó el empleo turístico. De hecho, la hostelería fue el sector que más afiliados sumó en el tercer mes del año: 51.521 (un 4,70% más que el mes anterior). Y en febrero también se anotó 16.966 nuevos puestos de trabajo 1,57% más que en el mismo mes del año anterior.
El contrato fijo discontinuo es aquél que asegura una relación de trabajo entre una empresa y un empleado, pero sólo durante periodos determinados del año. El más usual suele ser de abril a octubre, en un hotel. Es un contrato de temporalidad, pero con las características del indefinido.
La rebaja de las cotizaciones, que ya operaba en 2015 para los meses de noviembre y marzo, se amplió en 2016 al mes de febrero. Este año, pese a que los Presupuestos se presentan con más de un semestre de retraso, se volverá a conceder este balón de oxígeno fiscal, que beneficia especialmente a los empresarios y los incentiva a mantener el empleo. Para una base de cotización de 1.200 euros, el ahorro fiscal es de unos 680 euros por trabajador en los tres meses de vigencia (más de 226 al mes).
En concreto, 170 euros por las cuotas por contingencias sociales, 2,4 euros por el Fogasa, 4,2 por la formación profesional y 50 por el desempleo. Es decir, los empresarios que mantuvieron a sus empleados fijos discontinuos en febrero y marzo de este año recibirán, cuando se aprueben los Presupuestos, algo más de 450 euros por cada trabajador con salario bajo. A mayor retribución, mayor bonificación.
Demanda histórica
En 2015 -último dato disponible-, había 272.000 trabajadores fijos discontinuos, según el Servicio Público de Empleo Estatal. En su mayor parte están ligados al sector turístico, sobre todo en las zonas costeras, aunque también en las grandes ciudades. Y muy especialmente en las Islas Baleares, que fue la comunidad que más demandó la implantación de estos incentivos fiscales, ya que resulta muy beneficiosa para sus hoteles.
Para que esta medida salga adelante, el Ejecutivo necesita amarrar el apoyo a las Cuentas del PNV -que pide inversiones "contantes y sonantes" en infraestructuras en el País Vasco- y de Nueva Canarias, para quien el pacto firmado por Rajoy y el presidente de la región insular "no es suficiente".
FUENTE: EXPANSIÓN