Cada ciudadano paga una serie de tributos que van destinados a las arcas públicas del Estado para poder pagar los servicios públicos. Tanto las personas físicas como las jurídicas deben cumplir con estos impuestos fijados por el Estado para financiar las necesidades públicas.
Debemos hacer una diferenciación entre tributos, tasas, contribuciones especiales e impuestos.
Los primeros de ellos son prestaciones económicas que los ciudadanos están obligados a pagar por ley. Existen tres tipos de tributos: tasas, contribuciones especiales e impuestos.
• Las tasas son pagos que se derivan de la actuación administrativa que los individuos solicitamos para nuestro beneficio.
• Las contribuciones especiales son pagos derivados de una actividad pública que satisface una necesidad colectiva y produce un beneficio en ciertos individuos.
• Por último, los impuestos son los más importantes porque son los que generan más ingresos públicos. Estos tributos son obligatorios sin que exista una contraprestación específica y están fundamentados en la capacidad económica de los ciudadanos. Para determinar esta capacidad económica, el Estado se fija en la riqueza, en la renta y en los consumos. Es por ello que los ciudadanos no recibimos el sueldo completo pactado con nuestros jefes, socios o clientes, ya que una parte de ese dinero va destinado a las arcas públicas.
El objetivo actual de los ciudadanos es, por lo tanto, intentar pagar menos impuestos o, al menos, reducirlos a fin de disponer de una mayor solvencia económica. Es importante destacar que, en ningún caso, está permitido no pagar dichos impuestos, ya que se trataría del incumplimiento de una obligación tributaria. Esto puede dar lugar a una sanción administrativa o penal.
¿Por qué pagamos impuestos?
- Sostenimiento de los gastos públicos. Como ya hemos comentado, los impuestos sirven para ayudar a financiar los gastos públicos que realiza el Estado para mejorar el entorno y la vida de los ciudadanos.
- Redistribución de la renta. Este motivo se basa en la capacidad económica de los ciudadanos. La norma es la siguiente: quién más dinero tiene, más impuestos paga. La idea es buscar un estado de igualdad entre todos los individuos y ayudarnos los unos a los otros.
- Mayor eficiencia de la economía. Cuanta mayor solvencia económica tenga el Estado, mayores servicios públicos podrá ofrecer a la ciudadanía.
- Recuperación de la crisis. Actualmente, se están aumentando los impuestos en España con la mirada puesta en la recuperación económica. Sin embargo, esta medida es un arma de doble filo, porque muchas familias están teniendo problemas para llegar a final de mes y ahora se ven obligadas a pagar impuestos más elevados y, como resultado, su capacidad económica se ve dañada.
Toda esta información apunta a que no tenemos otra elección que hacer frente a los impuestos en beneficio de todos. Sin embargo, existen ciertas acciones que nos permiten reducir las cantidades que tenemos que pagar en impuestos, todo ello de una forma legal.
Los ciudadanos ya no solo queremos pagar menos impuestos por el hecho de ahorrar, también se debe a la complejidad de la administración y cálculo de los mismos. Con el objetivo de facilitar esta última acción, podemos utilizar apps móviles como la de Fintonic, que ayuda a controlar las finanzas personales y comprobar en todo momento los ingresos y gastos.
¿Cómo ahorrar en impuestos?
• Abre una cuenta de retiro
Uno de los principales consejos para pagar menos en impuestos es abrir una cuenta de retiro en algún fondo de ahorro o de inversión. El dinero que destinemos a esta cuenta no podrá ser usado hasta que no cumplamos una cierta edad pero, al estar en este fondo, Hacienda no tiene acceso y, por lo tanto, los impuestos serán menores. Esta acción es completamente legal ya que dicho dinero se considera como deducible.
• No te retrases con los pagos
Una segunda fórmula es pagar. En un principio puede parecer contradictorio, pero no lo es. Pagar puede ayudarnos a reducir los gastos. En el caso de que no cumplamos con nuestras responsabilidades, seremos sancionados y tendremos que pagar multas, recargos o incluso cargos por evasión.
• Pide facturas de tus compras
En el caso de las empresas, los gastos en material o equipos para la oficina o para la realización de la actividad empresarial serán deducibles. En este sentido, se aconseja pedir facturas de todo aquello que se compre para poder deducir esos gastos.
• Benefíciate de deducciones
Centrándonos en la situación personal de cada persona, aquellas que hayan comprado su vivienda antes del 2013 y las que tengan familia numerosa podrán ahorrar en impuestos. Veamos cómo.
En el caso de haber adquirido una vivienda antes del año 2013, por ley se tiene el derecho a deducción. Las personas que cumplan con este requisito podrán descontarse un 15% en impuestos con un límite máximo de 9.040 euros. En este sentido, la OCU da un consejo. Las personas que paguen menos de 9.040 euros anuales en el préstamo de su vivienda y tengan capacidad de amortizar su hipoteca, es preferible que aumenten la cantidad a pagar hasta llegar a ese límite para que puedan beneficiarse de la deducción.
En cuanto a la segunda situación, las familias numerosas tienen derecho a ciertos beneficios. Lo mismo ocurre con aquellas familias que tienen que pasar una pensión alimenticia. Las ayudas o beneficios se extienden a las familias que tengan dos hijos y uno de ellos posea una discapacidad del 33% como mínimo. En este último caso, podrán cobrar por anticipado una deducción de 1.200 euros anuales en el IRPF.
Tal y como estamos viendo, para poder pagar menos impuestos tenemos que analizar, en primer lugar, nuestra situación personal y laboral para después informarnos de los tipos de deducciones que existen y si podemos beneficiarnos de alguna de ellas. Quizás estemos pagando más impuestos de los que nos corresponden por falta de información.
En algunos casos es necesario tener un cálculo exacto sobre nuestra economía. Este cálculo se hace prácticamente imposible cuando se pretende hacer de forma mental, por ello, si fuera necesario, no se debe descartar la idea de contar con un profesional para que ayude en las finanzas, ya que, a la larga puede salir muy rentable.
Además, hoy día es posible contar con otro tipo de ayudas, como la app de Fintonic, con la que podremos conseguirlo de una forma totalmente eficaz. Seremos conscientes de los gastos que realizamos y en qué cosas, además de poder administrar nuestros ingresos.
FUENTE: EXPANSIÓN