Tener una visión global e internacionalizar tu compañía es fundamental para su crecimiento, ya que aumentarás tus clientes y conseguirás diversificar los riesgos empresariales. Antes de salir al exterior, tendrás que analizar las particularidades de cada destino.
Crear un negocio escalable y con una visión global desde el inicio para que lleve su actividad a diferentes países. Según los expertos, éstas son dos de las claves para que una start up triunfe y algunas de las cualidades que más atraen a los inversores. Vivimos en un mundo conectado y los clientes pueden estar en cualquier lugar. Actuar en distintos mercados permite a la compañía aumentar su facturación, diversificar sus riesgos empresariales y ampliar su público.
En los últimos años de crisis económica, muchas pymes y empresas de reciente creación han decidido embarcarse en la aventura internacional. Si estás pensando en internacionalizar tu start up, no sólo debes concebir esa decisión como una vía de escape en busca de nuevas oportunidades, deben planteártelo como una fórmula para impulsar el crecimiento de tu empresa. ¿Por qué quieres salir al extranjero? ¿En qué países vas a empezar? ¿Cuáles van a ser tus socios locales? Son algunas de las cuestiones que debes responder antes de dar los primeros pasos en el exterior.
Estrategia
En tu plan de internacionalización tienes que establecer un punto de partida, es decir, definir la situación de la empresa, y plantearte tus objetivos. Analiza los puntos fuertes de tu negocio y cómo van a funcionar tus productos en los diferentes países a los que quieres llegar. Por ejemplo, hay ciertos sectores en los que están muy bien posicionados los servicios de nuestro país. Se ha conseguido un gran dominio en gastronomía, el deporte, la moda, las energías renovables y la construcción.
No olvides crear una buena estrategia de márketing. Probablemente, cuando llegues a un país nuevo nadie conocerá tu marca y tendrás que empezar de cero. Identifica a tus potenciales clientes y dirígete a ellos de forma directa. Según el producto que se comercialice, puede ser mejor hacer publicidad en medios tradicionales o asistir a ferias especializadas en el sector para que el público pueda probar o conocer de primera mano el producto. El objetivo debe ser alcanzar la mayor visibilidad posible.
También tendrás que estudiar a fondo a la competencia y comprobar si ya existe algún servicio similar al tuyo en el extranjero. En caso de que sea así, deberás renovar tu propuesta y pensar cómo te vas a diferenciar.
Analiza las cualidades de cada mercado: lengua, cultura, horarios, particularidades a la hora de hacer negocios, etcétera. Aunque es común empezar la expansión controlando las acciones desde la sede del país de origen, es recomendable que a medida que la aventura avance, busques socios locales en los distintos mercados para consolidar tu presencia en cada uno de ellos.
Quién te ayuda
Seguramente, una de las primeras dificultades que tendrás que superar a la hora de salir al extranjero es la falta de liquidez. Sin embargo, existen varias líneas de financiación que facilitan esta tarea.
En los últimos años el Instituto de Crédito Bancario (ICO) ha sido una entidad crucial en las inversiones en las start up. Cuenta con un catálogo de líneas de préstamos que financian la actividad exportadora de las empresas españolas, por ejemplo para anticipar las facturas de las operaciones o para financiar proyectos a medio y largo plazo. Desde el ICO también recomiendan informarse sobre los programas que desarrollan organismos como el ICEX, CESCE, Cofides y la Red de Oficinas Económicas y Comerciales.
El Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) es otra de las referencias. Ha desarrollado varios programas para la internacionalización de la I+D+i, dota de recursos a proyectos e iniciativas de cooperación y a través de su Red Exterior promueve la cooperación tecnológica internacional.
Destinos
Muchos se preguntan por el destino ideal para emprender, pero éste no existe. Por eso, deberás analizar tu proyecto y el público al que quieres llegar y así determinar los países en los que conviene que instales tu empresa. Tendrás que valorar la calidad de vida del país, el universo inversor y la posibilidad de contar con apoyos en el destino.
Sin duda, Silicon Valley, Tel Aviv, Londres y Berlín son los principales referentes de todo innovador, ya que son mercados maduros, algo fundamental a la hora de elegir una industria. Silicon Valley es conocido como la meca del emprendimiento y se posiciona como el mejor lugar para las start up del mundo tecnológico. En el panorama europeo, destacan Berlín, Londres y Múnich como buenos lugares para emprender gracias a las facilidades que conceden. Por su parte, Tel Aviv está en el punto de mira de todos, ya que ha desarrollado un modelo tecnológico que es un foco de emprendimiento.
Poco a poco van apareciendo nuevas tierras de oportunidades como Latinoamérica. Compartir el idioma es una gran ventaja, pero aún hay que tener en cuenta las barreras de entrada que existen y el gran volumen de inversión que exige. Otro de los destinos que está despuntando es Asia: China y Singapur son los más avanzados y desde ahí se puede acceder a mercados de cientos de millones de personas.
FUENTE: EXPANSION