El sector de la construcción se prepara para un cambio en la gestión de las pensiones con la implementación del nuevo Plan de Pensiones de empleo, diseñado específicamente para empresas y autónomos del sector.
Ese plan está programado para recibir
aportaciones a partir del 1 de febrero, siendo administrado por
VidaCaixa.
Las empresas del sector de la
construcción tienen un plazo hasta el 30 de abril para iniciar sus
contribuciones al plan, que a partir de este año serán de carácter mensual
y pagaderas al mes siguiente. Este esquema de ahorro ofrece beneficios fiscales
significativos, como bonificaciones de hasta el 10% en el Impuesto de Sociedades
y deducciones en las cotizaciones sociales y el IRPF.
Además, está alineado con los
incrementos salariales pactados en el VII Convenio General de la
Construcción. El convenio establece una estructura de aportaciones
vinculada a los aumentos salariales previstos hasta 2024, comenzando con un 1%
del incremento salarial del 4% en 2022 destinado al plan de pensiones. En 2023,
el incremento salarial del 3% mantendrá la misma aportación del 1%, y en 2024,
con una subida del 2,75%, la aportación subirá un 0,25% adicional.
Este modelo pretende acumular 3.000
millones de euros en 10 años, beneficiando potencialmente a 1,3 millones de
trabajadores entre empresas y autónomos.
Ese Plan de Pensiones representa un
avance en la provisión de seguridad financiera para los trabajadores de la
construcción. Asimismo, se ve como un incentivo para el relevo generacional del
sector.
La iniciativa subraya la importancia de una planificación de retiro bien estructurada y el papel crucial de la información y la educación en su adopción.
ADADE Central