Los autónomos en módulos tienen hasta el próximo 31 de diciembre para pasarse al sistema de estimación directa si ven que ya no van a cumplir los límites o ha dejado de compensarles esta fórmula de tributación.
Los autónomos en módulos tienen hasta este 31 de diciembre para comunicar su renuncia al régimen de estimación objetiva de cara a 2023, en caso de que ya no cumplan los límites de facturación para permanecer en este sistema o consideran que ya no les compensa tributar mediante esta fórmula. Los trabajadores por cuenta propia que salgan del sistema antes de final de año pasarían a pagar impuestos a partir del 1 de enero a través del sistema de estimación directa, es decir, en función de los ingresos de su negocio.
Casi medio millón de autónomos -fundamentalmente comerciantes, hosteleros y transportistas- que tributan por estimación objetiva cuentan con algunas condiciones especiales de tributación, que les pueden resultar más o menos ventajosas, como pagar siempre los mismos impuestos según la 'celda' o 'índice' en el que se encuentren, en función de baremos objetivos como los metros cuadrados del local o los empleados a cargo. También tienen muchos menos trámites administrativos con el Fisco, al venir predeterminados sus impuestos y no tener que llevar contabilidad.
Ahora bien, mientras que cualquier autónomo puede acceder libremente al régimen de estimación directa -en el que se calculan los impuestos en función de los ingresos y gastos-, no todos pueden estar en módulos. De hecho, y como cada año, Hacienda publicó el pasado 1 de diciembre la Orden HFP/1172/2022, de 29 de noviembre, por la que se desarrolla el método de estima objetiva y que incluye las condiciones que habrá que cumplir para tributar por módulos durante 2023, que son exactamente las mismas que ha habido durante este año.
Concretamente, los autónomos podrán acceder o permanecer -si ya están acogidos- al régimen de módulos siempre y cuando no hayan superado el umbral de 250.000 euros en 2022, en el caso de trabajadores por cuenta propia que venden directamente a particulares. Si facturan a empresas, el umbral no debe superar los 150.000 euros anuales en 2022. Eso sí, no hay que perder de vista que el sistema de módulos podría tener los días contados y éste próximo año podría ser el último, ya que entre las recomendaciones del Comité de expertos para la reforma fiscal se incluye precisamente "la supresión gradual, pero rápida, del régimen de Estimación Objetiva, permitiendo, en su caso, a los sujetos afectados la aplicación de la modalidad simplificada de Estimación Directa".
Hasta el 31 de diciembre para renunciar a módulos si no se cumplen los requisitos o no les resulta ventajoso
De momento el sistema permanecerá, al menos un año más. En el supuesto de estar ya en el sistema de módulos y comprobar que se han superado estos límites y ya no se cumplen los requisitos, o que no se han superado pero el régimen ha dejado de ser ventajoso, Hacienda da hasta el 31 de diciembre para renunciar al sistema de cara a 2023.
Según recoge la orden de Hacienda, "los contribuyentes del IRPF que desarrollen actividades a las que sea de aplicación el método de estimación objetiva y deseen renunciar o revocar su renuncia para el año 2023, dispondrán para ejercitar dicha opción desde el día siguiente a la fecha de publicación de esta Orden -1 de diciembre- hasta el 31 de diciembre del año 2022".
¿Cómo se puede renunciar a módulos y pasar a estimación directa?
Los autónomos que ya prevean que no van a cumplir las condiciones de facturación para permanecer un año más en módulos pueden -y deben- adelantarse a la revisión que hará Hacienda a posteriori en 2023, y renunciar al sistema antes de que la inspección lo regularice. En ese caso deberán pasar a la tributación por estimación directa.
Esta renuncia, según la Agencia Tributaria, se puede hacer por dos vías:
¿Cuál es el futuro de sistema de módulos?
En todo caso, hay que tener en cuenta que, mientras que para el sistema de módulos la permanencia mínima debe ser de un año, y en cada ejercicio se da la posibilidad de salir, para el de estimación directa el periodo mínimo es tres. Esto significa que los autónomos que decidan salir este año de módulos, es posible que tarden en volver a acceder a él.
Máxime cuando la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, reconoció a principios de este curso que era partidaria de mantener el actual estatus del sistema de módulos en 2022 pero que ya "estaba prevista su finalización en 2023". Según los expertos consultados, las declaraciones de la ministra no son casuales y podrían estar avanzando que el próximo ejercicio sería el último en el que se mantenga en vigor el sistema de módulos tal y como lo conocemos para procurar, tras un periodo transitorio, que todos los autónomos que tributan por estimación objetiva pasen a la estimación directa.
Precisamente, la eliminación de este régimen fue una de las medidas que propuso el comité de expertos designado por Hacienda para la reforma fiscal. En el Libro Blanco, un informe, de más de 800 páginas y cien recomendaciones se dedicó todo un apartado a los módulos y se pidió "la supresión gradual, pero rápida, del régimen de Estimación Objetiva, permitiendo, en su caso, a los sujetos afectados la aplicación de la modalidad simplificada de Estimación Directa".
Módulos o estimación directa ¿Qué compensa más a los autónomos?
El Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) publicó recientemente un documento con varias recomendaciones que se pueden llevar a cabo este año de cara a mejorar la RENTA a presentar en 2022. Entre sus consejos, está precisamente que los autónomos que están en módulos calculen sus rendimientos netos y se planteen si pueden seguir o no un año más en el sistema. Además, si pueden, también deberían comprobar si les interesa permanecer en este régimen, ya que los módulos no siempre tienen que ser más ventajosos para el contribuyente.
Según los economistas del REAF, "los autónomos que estén este año en el régimen de estimación objetiva -o módulos-, deberían hacer un cálculo del rendimiento neto que declararían si estuvieran en estimación directa ya que les puede compensar. Si les conviene más, pueden renunciar a módulos de cara al año que viene, pero sólo es posible si la renuncia se hace efectiva en diciembre de este año o, como muy tarde, cuando se presente el pago fraccionado del primer trimestre de de 2023 por estimación directa. De interesar más el régimen de estimación objetiva que se está aplicando, los asesores fiscales de CGE recomiendan vigilar el cumplimiento de los límites en 2022 para no verse obligados a pasar a estimación directa en 2023".
No hay que olvidar que el régimen de módulos es un sistema establecido de antemano, "y eso no tiene por qué compensar siempre al autónomo, como muchos se piensan. El calculo de los rendimientos a declarar es fijo, pierdas o ganes. Si tu actividad funciona con normalidad, es posible que compense. Pero hay muchos autónomos que han tenido pérdidas este año y han tenido que pagar más precisamente por estar en módulos", explicó Luis Del Amo, secretario técnico del REAF del Consejo General de Economistas (CGE).
En el régimen de estimación objetiva, el cálculo de los beneficios que el autónomo obtiene de la actividad viene estimado ya por unos indicadores determinados por Hacienda, en función de la superficie del local, el consumo de electricidad, el número de personas que trabajan en el negocio… Sin embargo, en el régimen de estimación directa se cuenta el beneficio real obtenido, es decir, el total de ingresos menos los gastos deducibles. A la cantidad resultante, se le aplica el tipo impositivo correspondiente. Y si no hay beneficio no se aplica el tipo.
Ventajas y desventajas de los módulos
El sistema de módulos, el preferido por pequeños comerciantes, hosteleros de barrio, profesionales de la peluquería o la estética o talleres no muy grandes, ofrece una primera ventaja: desde el punto de vista administrativo es el más sencillo. A efectos fiscales, no hay que declarar ni los ingresos, ni los gastos ni los beneficios. Por tanto, no es necesario llevar una contabilidad del negocio. Durante los tres primeros trimestres del año, Hacienda toma como referencia los datos fiscales del año anterior y revisa los módulos en el cuarto. De cara a posibles revisiones de la Agencia Tributaria, este sistema ofrece al contribuyente mucha más tranquilidad.
La segunda ventaja de este sistema es que se paga a Hacienda siempre lo mismo. Al estar sujeto a unos indicadores previos, no hay variaciones. Da igual si se han obtenido más beneficios. Lo malo es si hay pérdidas porque el impuesto no baja tampoco. Esto es especialmente útil para aquellos que obtienen un rendimiento real mayor y para quienes prevén aumentar los beneficios en los próximos ejercicios. Una actividad tipo a la que este sistema le beneficia es aquella en la que hay mucho movimiento y poco personal (por ejemplo, un bar pequeño).
Por el contrario, la principal ventaja del régimen de estimación directa es que el impuesto se ajusta realmente a las ganancias del negocio y si se tienen tener pérdidas -cosa que está sucediendo a buena parte del colectivo por la crisis-, no se tributa. También es el más aconsejable para los que empiezan en una actividad, ya que en los inicios normalmente se tienen más gastos que ingresos. Así mismo, los expertos aseguran que la estimación directa también es la más indicada para negocios que tienen más personal, porque así declaran los beneficios reales y no los estimados que, a raíz de su plantilla, pueden ser mayores.
FUENTE: CINCODÍAS