A partir de 2023, los autónomos tendrán que afrontar distintas subidas en sus costes, que podrían ser mayores si tienen empleados a su cargo o pertenecen a determinados sectores. A continuación, se resumen los principales incrementos que podría experimentar el colectivo desde enero.
Con el
comienzo de 2023, los autónomos podrían observar nuevas subidas
de sus costes -laborales, fiscales o de cotizaciones- en mayor o
menor medida, según la situación en la que se encuentren. Según los
expertos consultados, el mayor incremento lo soportarán los negocios que tienen
trabajadores a su cargo ya que tendrán que cubrir diversos frentes: por un
lado, sufrirán el aumento de sus cotizaciones y las de sus
trabajadores a causa del recién anunciado Mecanismo de equidad. Como ya
avanzó este diario, la nueva herramienta podría suponer un aumento de 100 euros
más en las cuotas que pagan los empleadores por cada trabajador.
A esto hay que añadir otros incrementos en los costes laborales que el
Gobierno ya ha anunciado para comienzos de 2023, como por ejemplo la
subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que supondría un
incremento de más de 1.000 euros al año por empleado que esté cobrando el
sueldo mínimo, si el Ejecutivo cumpliera su intención de alcanzar los
1.050 euros al mes.
En paralelo, todos los autónomos, con o sin empleados seguirán viéndose
afectados por las constantes subidas en los precios de la electricidad y
también de la cesta de la compra. Según distintos organismos, la
factura de la luz continuará subiendo a lo largo del año que viene, y la
inflación, aunque en menor medida, seguirá en tasas muy elevadas, con
incrementos de entorno al 5%.
Si además el Gobierno no deflactara los tipos del IRPF, los autónomos
no sólo tendrían que pagar más por comprar sus materiales, hacer la compra,
repostar gasolina o consumir electricidad, sino que también afrontarán un
incremento encubierto en su declaración de la RENTA, porque ésta
tendrá en cuenta los ingresos que han tenido en 2022, que están afectados por
las actuales tasas de inflación, que superan el 8%.
A continuación, se resumen las principales subidas con las que se
pueden encontrar los autónomos a partir de enero, dependiendo de si tienen
empleados a cargo, de su facturación, o del sector en el que se encuentren.
Distintas
subidas de costes que afrontarán los autónomos a partir de enero: salarios,
cotizaciones, impuestos...
El Gobierno logró introducir a finales de noviembre el mecanismo
de equidad intergeneracional en la reforma de las pensiones que entrará en
vigor en 2023. Ahora que la nueva herramienta ya está incluida en el
proyecto de ley para la reforma de las pensiones y ha pasado el trámite
parlamentario, los empleadores tendrán que hacer frente a un nuevo
aumento de sus costes laborales. Mientras que ahora y hasta el 31 de
diciembre los negocios tienen que pagar un tipo de cotización del 28,3% por
cada uno de sus empleados, a partir del 1 de enero de 2023, los tipos
ascenderán hasta el 28,6%. Esto significa que todos los
negocios tendrán que aplicar un 0,5% más en los tipos de cotización
de los salarios que pagan a cada uno de sus trabajadores.
Además, los propios autónomos verán cómo se elevará
su tipo de cotización por contingencias comunes que pasará
del 28,30% aplicable en 2022 a un 28,90% aplicable a partir de 2023.
Todavía no se sabe cómo afectará este sobrecoste en el nuevo cálculo de las
cuotas, ya que la cotización a partir de enero de 2023 estará ligada a los
ingresos reales.
Según cálculos de distintos expertos consultados, el
mecanismo de equidad supondrá un sobrecoste para la mayoría de
negocios por las cotizaciones anuales de cada uno de sus
empleados. Lógicamente, cuanto mayor sea el salario del trabajador, mayor será
también el incremento del pago de las cuotas que tendrán que asumir los
empleadores desde enero.
Este año, el salario mediano en España, que es el sueldo
más frecuente que perciben los españoles, se situó en 20.920,12 euros
anuales. Aplicando el incremento del 0,5% en los tipos de cotización
que van a asumir los negocios, se puede decir que la mayoría de los
empleadores tendrán que pagar en torno a 100 euros más al año por las
cotizaciones de sus empleados. En el caso de tomar como referencia el
salario medio español, que es de 25.165,51 euros anuales, el sobrecoste
medio que tendrán que asumir los autónomos por las cotizaciones de cada
empleado sería de 125 euros al año.
El nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, podría llegar en
el mismo momento que el incremento del Salario Mínimo Interprofesional que
el Gobierno ya ha avanzado aplicará a principios de año. La Comisión de
expertos asignada por el Ministerio de Trabajo ya está reunida y decidirá
pronto cuál debería ser el aumento del sueldo mínimo en España.
El Gobierno quiere cumplir con su idea de alcanzar el 60% del
sueldo medio en España, por lo que el aumento podría ser de 50 euros
mensuales para llegar a 1.050 euros al mes en 2023. El
incremento podría hacerse en dos subidas distintas a lo largo del año o en una
sola.
De producirse esta subida, el SMI quedaría establecido
en 14.700 euros al año incluyendo las pagas extra
prorrateadas. Las cotizaciones a la Seguridad Social para este sueldo
mínimo serían de 5.541,9 euros al año o 461,8 euros al mes, aplicando los
tipos actuales. Pero si además se aplicara el nuevo mecanismo de
equidad, las cotizaciones para este nuevo salario mínimo aumentarían
en 73,5 euros más al año.
Es decir, si se produjera la mayor de las subidas propuestas por la
comisión y el SMI aumentara hasta los 1.050 euros, los autónomos
tendrían que pagar por cada empleado un mínimo de 20.314 euros
al año frente a los 19.285 euros que soportan a día de hoy con el
actual SMI. Esto significa que, el coste mínimo anual por cada
trabajador aumentaría en más de 1.000 euros al año.
Según los expertos consultados, miles de negocios y alrededor
de dos millones de empleados podrían verse afectados directa o indirectamente
por este incremento del SMI.
El 1 de enero de 2023 entrará en vigor el nuevo impuesto especial
sobre los envases de plástico no reutilizables. Se trata de una medida que ha
levantado la polémica en los últimos meses. Los autónomos y empresas que se
verán afectados son, principalmente, los que sean adquirientes de envases
de plástico. Éstos deberán registrar todas sus compras y reflejarlas en
un libro de existencias, que deberá remitirse con periodicidad mensual a la
Agencia Tributaria.
Además, es responsabilidad del autónomo el cálculo del peso de
plástico a declarar, así como la autoliquidación del impuesto, que
asciende a 0,45 euros por kilogramo, de forma trimestral. Como excepción,
Hacienda permitirá retrasar la presentación del registro hasta el mes de junio,
cuando autónomos y empresas deberán comunicar todas sus compras de este tipo
desde el 1 de enero.
Los productos por los que autónomos y empresas deberán abonar
a Hacienda una tasa de 0,45 euros por kilo al mes (con un mínimo de cinco),
son:
Para calcular el impacto económico del impuesto sobre los autónomos,
basta por multiplicar los kilos de plástico adquiridos por 45 céntimos. Por
ejemplo, en el supuesto de un autónomo que utilice este tipo de envases para
entregar sus pedidos a domicilio, se debería hacer el cálculo en
función del plástico que contenga cada uno. Tomando como
referencia que un pack de 500 envases no reutilizables pesa 14,5 kilos de
plástico -según las referencias encontradas en comercios mayoristas-, el
resultado sería:
Aunque algunos nuevos tributos, como el impuesto al plástico,
afectarán de manera directa a algunos autónomos, hay otros que afectarán
indirectamente a todo el colectivo. Es el caso del IRPF que, si el Gobierno
no lo deflacta, subirá para todos los trabajadores por cuenta propia de uno u
otro modo por el efecto que tiene la inflación en sus ingresos.
Ahora mismo la inflación media a lo largo de 2022 se sitúa en torno al
8,5%. Esto significa que, durante este año, los autónomos han sufrido una
bajada de su poder adquisitivo similar a este porcentaje. Si suben sus precios,
pagarán más impuestos en IRPF. Si no los suben, pagarán los mismos tributos
habiendo ganado -en términos relativos- menos dinero.
Para entender este fenómeno fiscal, Luis Del Amo, secretario
técnico del REAF del Consejo General de Economistas (CGE). puso un ejemplo
muy sencillo: La subida del IPC en más de ocho puntos ha hecho que con el
mismo dinero, "puedas comprar menos cosas y lleves un nivel de vida más
bajo. Para mantener este nivel de vida, tendrías que aumentar tus
ingresos. Pues bien, imaginemos a un autónomo que en
2021 comprara cada producto por 100 euros y vendiera por 300. En IRPF
tendría que declararlo con un rendimiento neto de 200 euros. Lo que
produce la inflación es que este autónomo en 2022 se ve obligado a
comprar por 106 euros y vender por 318, por lo que este rendimiento
neto de la misma operación sería de 209 euros. Esos 209 euros que declara
valen lo mismo que los 200 euros del año anterior. La diferencia
es que no tributan por lo mismo. Si los 200 tributaban a un 30%, pues
ahora imagina que esos 209 tributarían, por ejemplo, a un 31%".
Este ejemplo que puso el experto sería una de estas dos
opciones: un autónomo que para hacer frente a la pérdida del poder
adquisitivo que le provoca la inflación, se ve obligado a vender sus productos
y servicios por un precio mayor para amortiguar la subida de costes y
vivir al mismo nivel de vida que antes. La segunda opción sería
no subir los precios y perder el nivel adquisitivo que le quita la
inflación. Pero en este caso, aunque no le subieran los
tipos de IRPF, también estaría pagando más impuestos en términos
relativos ya que un autónomo con rendimientos de 60.000 euros,
tributaría a un marginal del 45%, en 2022 mientras que, en 2023, teniendo
los mismos ingresos, ese poder adquisitivo ya no sería de 60.000 sino de
56.000. Aunque el valor de su dinero sea de 56.000 euros está haciendo frente a
los mismos impuestos que el año pasado.
Distintos organismos nacionales e internacionales han advertido que las
subidas experimentadas en 2022 en los precios de la electricidad, carburante y
demás productos básicos continuarán en 2023. Según entidades como Funcas o el
Banco de España, en el próximo año, el Índice de Precios al Consumo (IPC)
experimentará una subida media cercana al 5%. Esto afectará a los
autónomos, que seguirán haciendo su cesta de la compra más cara y, además,
tendrán que adquirir los materiales y productos para su negocio a un precio
mayor.
A esto se suma el especial incremento del precio del carburante
que, aunque no siguiera subiendo durante 2023, experimentaría igualmente un
aumento en su precio por la posible eliminación de la bonificación de 20
céntimos que está barajando el Gobierno. Como ya avanzó este diario,
el Ejecutivo ya ha planteado acotar esta medida sólo para algunos sectores como
el transporte, por lo que los demás autónomos verían subir el precio de la
gasolina y el diésel a causa de la eliminación de esta ayuda.
Además, y aunque todavía es difícil saber si la factura eléctrica seguirá subiendo, un estudio del Bank of America (BofA) estimó recientemente que las facturas del gas y la electricidad en la Unión Europea (UE) y Reino Unido subirán entre un 20% y un 200% en 2023 frente a 2020. Según estos analistas, el incremento variará en función del país, con la mayor subida prevista para Alemania y la menor, para Francia.