La expansión del coronavirus por Europa y especialmente el contagio en España, con casos que se multiplican a diario y varios fallecidos, está abriendo muchos debates sociales, y uno de gran calado es, sin duda, cómo se debe actuar en el ámbito laboral en relación al Covid-19, pues bien en este contexto el ministerio de Trabajo lanzó una guía del papel de las empresas y como deberían actuar: “Guía para la actuación en el ámbito laboral en relación al nuevo coronavirus”.
En caso de detectarse un caso de coronavirus en una empresa, la guía recomienda “informar lo antes posible acerca de la existencia de dicho riesgo” y “adoptar las medidas y dar las instrucciones necesarias para que, en caso de peligro grave, inminente e inevitable, las personas trabajadoras puedan interrumpir su actividad y, si fuera necesario, abandonar de inmediato el lugar de trabajo”. Si bien la ministra de Trabajo resaltó que el cierre de las empresas es una “medida extrema” que está prevista en la ley de Prevención de Riesgos Laborales para “situaciones de muy elevado riesgo”
La guía, también aclara cómo aplicar el teletrabajo y detalla instrucciones sobre higiene, recomendando a las empresas adoptar medidas organizativas o preventivas que temporalmente “eviten situaciones de contacto social”. Además, de señalar el deber de las compañías de proteger a sus plantillas y, siguiendo las indicaciones de prevención de riesgos, se inclinan por informar sobre instrucciones higiénicas (ventilar, lavarse las manos, no compartir objetos) y proporcionar el material necesario.
Desde CEOE y Cepyme califican de grave error la guía de actuación de Trabajo por coronavirus, los representantes de la patronal lamentan que se le diera difusión a una publicación sin tan siquiera comentarla con los agentes sociales, ya que creen que la decisión de Trabajo genera alerta y confusión al no corresponder con la evaluación del riesgo efectuada por el Ministerio de Sanidad. Según aclara la patronal en su comunicado, los empresarios trabajan desde hace semanas en la prevención y contención del riesgo de contagio de la mano del Ministerio de Sanidad y en coordinación con el resto de los interlocutores sociales y otros agentes al tratarse de un asunto de salud pública.
La Guía explica que si alguna empresa afectada por el coronavirus paraliza su actividad sin tramitar un ERTE, los empleados conservarán el derecho a su salario. Y, en el caso de que el ERTE sea por fuerza mayor (aislamiento forzoso o cierre por decisión de la autoridad sanitaria) será necesaria la previa autorización de la autoridad laboral. Si el ERTE se justifica por causas organizativas, técnicas o de producción (falta de suministros o descenso de la demanda) se deberá tramitar conforme a los mecanismos previstos en la ley. Por su parte fuentes del Ministerio de Trabajo señalan que, si se agrava la propagación del virus, estudian que el tiempo de la prestación de paro consumida por una suspensión temporal del contrato no compute y, por tanto, no se le acabe restando al trabajador. Contador a cero para los afectados por un ERTE.
Desde Moncloa han corregido al Ministerio de Trabajo, señalando que las indicaciones sobre la evolución del coronavirus y las medidas a tomar en España están organizadas por el Ministerio de Sanidad en «coordinación total entre las distintas administraciones del Estado». Desde Moncloa han explicado que todo el Ejecutivo «sigue las indicaciones concretas» del Ministerio de Sanidad.
Por otro lado María Jesús Montero, portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, ha señalado que el Ejecutivo estudiará implementar ayudas fiscales o deducciones a las empresas si el coronavirus se prolonga en el tiempo e impacta en la economía. Aclarando que se podrían poner en marcha medidas económicas parecidas a las que ha adoptado el Gobierno italiano para ayudar a las empresas a reducir el impacto económico que causaría el coronavirus en el crecimiento del país.
Desde las empresas cada día se ven obligados a afrontar los problemas que están empezando a impactar en su actividad habitual, afectadas por los protocolos de seguridad que marcan las autoridades sanitarias. Decenas de empresas reconocen ya este tipo de problemas. Y muchas de ellas están empezando a instaurar el teletrabajo como es el caso de La consultora EY que al reportar un caso positivo de coronavirus en su sede de Madrid decidió enviar a los 3.100 empleados de esas oficinas a teletrabajar en casa. O, la multinacional Indra que cerró de forma temporal dos de las once plantas del edificio que tiene en Barcelona, en el distrito 22@, después de conocer que dos empleados de este centro están afectados por el coronavirus. Igualmente el BBVA optó ayer por trasladar a alrededor de un centenar de trabajadores de un área de negocio “muy crítica” para la entidad, de la Ciudad BBVA a la que tiene en Las Rozas como medida de prevención ante la expansión del coronavirus.