A todo el mundo:le
gustaría pagar menos impuestos.
Con la reforma fiscal que ha aprobado el gobierno, una cosa
es segura: ya no pagaremos lo mismo. Los nuevos impuestos afectarán a la
declaración de la renta que haremos en 2015.
Cambios para todos: Para los que cobran nómina y para los
autónomos.
Cambia la tributación para los que invierten en Bolsa de un
día para otro, pero también para quienes prefieren el depósito de toda la vida.
Las familias con niños tendrán alguna ventaja más. Así como
los más ricos, para quien baja el tipo del IRPF. Y la factura fiscal de las
empresas cambia: menos deducciones y menos tipo de gravamen…
Son solo algunos de los aspectos en los que la reforma
fiscal afectará a nuestra cuenta corriente.